Y con el otoño llegan las granadas, otro regalo de la Naturaleza

La granada (Punica Granatum) es una fruta redondeada nativa de Persia, de tamaño algo mayor que la manzana, envuelta en una corteza gruesa no comestible de color rojizo o pardo anaranjado, según la variedad. Sus semillas son jugosas, de sabor agridulce y, entre otros nutrientes, poseen1:

  • punicalaginas: antioxidantes muy potentes presentes tanto en el zumo como en la corteza; y
  • ácido punícico: un tipo de ácido linoleico que se obtiene de las semillas;
  • alto contenido de vitamina C;
  • vitamina B5 (ácido pantoténico), fenoles naturales, potasio, fósforo, manganeso, calcio, hierro, magnesio, vitamina A, vitamina E y ácido fólico.

En un estudio2, se observó una reducción importante de la presión arterial sistólica después de consumir 150 ml de zumo de granada al día durante dos semanas. Asimismo, otra investigación3sugiere que el consumo de granadas no aumenta ni la glucosa plasmática en ayunas, ni  el índice de resistencia a la insulina; y que, en cambio, puede reducir la inflamación del sistema digestivo así como disminuir los niveles de proteína C reactiva e interleucina-6. Por lo tanto, su consumo puede tener un efecto antiinflamatorio en pacientes con diabetes mellitus tipo 2.

Asimismo, parece ser que el consumo de granadas en pacientes con estenosis de la arteria carótida disminuye el espesor de la íntima-media de la carótida) y la presión arterial sistólica4, y que, además, tiene propiedades antibacterianas frente a varias bacterias bucales que provocan enfermedades en las encías (periodontitis, gingivitis o estomatitis) y antimicóticas, como por ejemplo, la Candida albicans5. Por lo demás, debido a su fuerte efecto antioxidante, se cree que puede prevenir la disfunción del músculo liso y, acaso, tener cierta utilidad en el tratamiento de la disfunción eréctil6; y dado que, según un estudio realizado por científicos de la Universidad Queen Margaret de Edimburgo (Escocia), su consumo asiduo aumenta los niveles de testosterona hasta un 30%, también se le atribuye cierto efecto afrodisiaco. En suma, las granadas son muy diuréticas, ayudan a frenar el proceso de envejecimiento, a mantener la piel sana y contribuyen a una buena salud cardiovascular.

Desde el punto de vista gastronómico, los mejores ejemplares son de buen tamaño color vivo y matices marrones. Se deben rechazar las frutas arrugadas y con la piel blanda o decolorada. Las semillas de las granadas pueden consumirse solas, bañadas en zumo de naranja, limón o pomelo, o bien como complemento o aderezo de yogur, ensaladas, platos de arroz o de pasta; y son indispensables para adornar un clásico plato mexicano: los chiles en nogada. Además, un derivado de la granada, la granadina, es un jarabe muy utilizado en repostería y para la elaboración de refrescos y de cocteles.

Links

  1. https://nutricionsinmas.com/propiedades-granada/
  2. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21457902
  3. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24949028
  4. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15158307
  5. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3184731/
  6. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15947695
  7. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4146683/
  8. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23970941