Reducción del estrés basada en la práctica de mindfulness

Seguro que en estos últimos tiempos hemos escuchado en boca de alguien el término mindfulness y puede que a algunos nos evoque relajación, calma o meditación.
El mindfulness es una idea que proviene del budismo y que en nuestro país suele traducirse como “conciencia plena”. Si bien existen múltiples definiciones, un aspecto central en todas ellas y en su práctica, es la intención de ser más consciente y estar vinculado al momento presente. Para ello, es necesaria la coexistencia de dos componentes: el primero es la autorregulación y el mantenimiento de la atención en las experiencias inmediatas, permitiendo así el reconocimiento de nuestros procesos metales en el momento presente; el segundo consiste en la presencia de una actitud curiosa, abierta y de aceptación hacia dichas experiencias presentes1.
Nuestro ritmo de vida y la sociedad actual nos empujan a vivir planificando aquello que vamos a hacer y preocupados por el futuro. No es extraño tampoco conocer a personas que vivan ancladas en el pasado. La práctica del mindfulness propone desarrollar aquella capacidad intrínseca de la mente que permite estar presente y consciente en un momento determinado.
Jon Kabat-Zinn popularizó la práctica del mindfulness mediante su programa MBSR (del inglés Mindfulness-Based Stress Reduction). Dicho programa estructurado utiliza técnicas de atención plena, orientadas a aliviar el dolor y mejorar el bienestar físico y emocional de individuos con ciertas enfermedades o trastornos, aunque también se ha utilizado en sujetos sanos2.Además, se ha convertido en un referente en la medicina mente-cuerpo y está reconocido por el NIH como intervención complementaria.
El programa MBSR y otras intervenciones basadas en el mindfulness han sido utilizados en el tratamiento de trastornos psicológicos como la ansiedad o la depresión, trastornos alimentarios, enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple, la presencia de ansiedad o depresión derivada de enfermedades oncológicas o el abuso de ciertas drogas, entre otros. Una revisión sistemática publicada a finales de 2014, recoge un mapa de los ensayos y meta-análisis realizados en distintas áreas terapéuticas y concluye que la práctica de mindfulness es eficaz en el tratamiento de la depresión, de enfermedades crónicas y en variables psicológicas, así como en resultados generales de salud. A su vez, su efecto podría ser positivo también como intervención para el tratamiento del dolor, la ansiedad o la psicosis, si bien la evidencia disponible es limitada3. A su vez, ciertos estudios han demostrado la aparición de cambios fisiológicos y a nivel cerebral derivados de la práctica del mindfulness4, 5.
- Bishop SR, Lau M, Shapiro S, et al. Mindfulness: A proposed operational definition. Clinical Psychology: Science and Practice. 2004;11(3):230-241.
- Sitio web oficial de MBSR en la Universidad de Massachussets, http://www.umassmed.edu/cfm/stress-reduction/
- Hempel S, Taylor SL, Marshall NJ, Miake-Lye IM, Beroes JM, Shanman R, Solloway MR, Shekelle PG. Evidence Map of Mindfulness [Internet]. Washington (DC): Department of Veterans Affairs (US); 2014 Oct. Chiesa A, Serretti A. A systematic review of neurobiological and clinical features of mindfulness meditations. Psychol Med. 2010 Aug;40(8):1239-52.
- Hölzel BK, Carmody J, Vangel M, Congleton C, Yerramsetti SM, Gard T, Lazar SW. Mindfulness practice leads to increases in regional brain gray matter density. Psychiatry Res. 2011 Jan 30;191(1):36-43.
- Chiesa A, Serretti A. A systematic review of neurobiological and clinical features of mindfulness meditations. Psychol Med. 2010 Aug;40(8):1239-52.