LAS BACTERIAS MULTIRRESISTENTES: UN PROBLEMA DE SALUD CRECIENTE

La llegada del invierno se asocia a la propagación de las infecciones respiratorias de tipo vírico o bacteriano; en paralelo, se dispara la toma de antibióticos fuera de indicación; y con ello, el número de gérmenes que desarrolla resistencias a la antibioterapia sigue creciendo de forma cada vez más alarmante. Se calcula que más de 35.000 personas mueren cada año en España, el primer país del mundo en consumo de antibióticos, como consecuencia de las bacterias multirresistentes que no responden a los antibióticos[i].

La primera causa de este fenómeno es, sin duda, la automedicación; es decir, tomar antibióticos sin pauta establecida ni control médico, por lo general, frente a procesos víricos que son los causantes de la gran mayoría de infecciones respiratorias de vías altas, y para los cuales ningún antibiótico es efectivo. La segunda causa que explica el incremento creciente de resistencias bacterianas se deriva de prescripciones no justificadas, con frecuencia debidas al temor de sobreinfecciones bacterianas en procesos víricos y/o profilaxis postquirúrgicas que carecen de evidencia científica. Se estima que solo un 25% de los antibióticos indicados por facultativos está correctamente prescrito[ii].

Con el paso del tiempo, las multirresistencias bacterianas han ido creciendo hasta el punto de que su aparición es frecuente en las infecciones hospitalarias o nosocomiales; de modo que las posibilidades terapéuticas para tratar este tipo de complicaciones son cada vez más limitadas, tanto más cuanto, en tiempos recientes, la investigación de nuevos tratamientos antimicrobianos ha sufrido un parón que no hace más que agravar las dimensiones del problema.

Según la OMS el grupo de bacterias multirresistentes que provocan  infecciones graves y a menudo letales en hospitales, residencias de ancianos y entre los pacientes que necesitan ser atendidos con dispositivos como ventiladores y catéteres intravenosos incluye a Acinetobacter, Pseudomonas y varias enterobacteriáceas como Klebsiella, E. coli, Serratia, y Proteus[iii].

Para prevenir la multirresistencia microbiana es capital disponer de un diagnóstico etiológico correcto, realizar pruebas de susceptibilidad antimicrobiana cuando es necesario, y un buen conocimiento de la antibioterapia disponible  al objeto de prescribir pautas terapéuticas correctas en cuanto a dosis, periodicidad y duración. Además, en los hospitales y residencias es necesario aplicar medidas higiénicas elementales que eviten la diseminación de los microorganismos actuando fundamentalmente sobre su mecanismo de transmisión[iv].

Referencias:

[i] https://www.efesalud.com/bacterias-multirresistentes-muertos-Espana/. Consultado el 10/12/2018.

[ii] Ong S, Nakase J, et al. EMERGEncy ID NET  Study Group. Antibiotic use for emergency department patients with upper respiratory infections: prescribing practices, patient expectations, and patient  satisfaction. Ann Emerg Med. 2007 Sep;50(3):213-20.

[iii] https://www.who.int/es/news-room/detail/27-02-2017-who-publishes-list-of-bacteria-for-which-new-antibiotics-are-urgently-needed. Consultado el 10/12/2018.

[iv] Hernáez, S. y Leiva, J. Bacterias multirresistentes. GH continuada.  Julio-Agosto 2005. VOL. 4 Nº4.