Impacto de los medicamentos que bajan de precio en la sostenibilidad del sistema público

Desde el 1 de enero de 2019 más de 1.200 medicamentos que dispensan las oficinas de farmacia y 497 fármacos de dispensación hospitalaria son más baratos. Entre los financiados por la seguridad social figuran antiinflamatorios, antitusivos, o fármacos para la artrosis, la hipercolesterolemia, glaucoma o la hipertensión arterial, así como varios principios activos de uso común: ibuprofeno, salbutamol, budesónida, escitalopram, levonorgestrel/etinilestradiol, ropinirol, etc.1
El ahorro que supone esta medida sumada a la aplicación de los nuevos precios menores de forma continua se estima en 77 millones de euros, una cifra similar a la de años anteriores que representa una reducción del 1,3% del mercado sujeto a precio de referencia2.
Se trata pues de medidas que contribuyen a la sostenibilidad del sistema sanitario público tanto más cuanto la introducción en el mercado de nuevos fármacos biológicos de elevado coste, la mayoría oncológicos, representa una mejora significativa en la esperanza y calidad de vida de un número creciente de pacientes cuyo pronóstico era fatal hace apenas unos años, pero también supone una seria amenaza a medio plazo para la sostenibilidad del sistema sanitario público en su conjunto. Será pues necesario seguir encontrando espacios de equilibrio entre los intereses naturalmente encontrados entre la industria farmacéutica y el sistema nacional de salud.
REFERENCIAS: